Editor: Planeta
Páginas: 288
Año: 2018
Calificación:
¡Hola bonitxs! Hoy os traigo una reseña sobre el libro feminista de la actriz, directora y escritora Leticia Dolera. Morder la manzana ha sido un libro que me ha introducido de cabeza en el feminismo, un movimiento muy necesario por mucho que haya personas que se nieguen a verlo. ¿Te quedas conmigo? Al lío.
Morder la manzana habla de feminismo y la multitud de temas que están relacionados con él; micromachismos, mitos que rodean a la mujer y al amor, estereotipos, roles sociales establecidos como por ejemplo el hecho de que los hombres no puedan expresar sus sentimientos o las mujeres hipersensibles. En una clase de historia feminista hace un repaso por sus tres olas y el estado y la evolución en España.
Dolera hace también un repaso por términos interesantes como patriarcado, androcentrismo, sororidad... totalmente necesarios para hablar con propiedad y que, como dice la autora, quedan muy bien en debates.
Con un lenguaje ameno, ligero, sencillo y divertido. Un estilo fresco y desenfadado y que apela directamente al lector Leticia Dolera ha creado una obra muy interesante y necesaria. Rápida de leer, con artículos no muy extensos y que se entiende perfectamente.
Por otro lado nos acerca a episodios de su vida en los que ha tenido que soportar machismos, acoso... tanto en su vida personal como en la profesional. Muestra de forma clara cómo las mujeres hemos tenido que aguantar al menos una vez en nuestra vida actos que de ninguna manera son aceptables; como por ejemplo, en su caso, directores y compañeros sobones o problemas con su edad. Porque seamos sinceros, hay mucho machismo en la industria del cine. Cuantos más años tienen las mujeres menos papeles o líneas de diálogo les dan.
El punto de vista cultural que ofrece la actriz y directora es muy interesante. Y es que la cultura nos influye, forma nuestra manera de ser. Por eso debe estar basada en la igualdad. El cine debe mostrar más protagonistas femeninas en roles de liderazgo. Porque en España tenemos igualdad social y legal pero debemos cambiar el ideal cultural. No sirve de nada que seamos iguales legalmente si se sigue sexualizando el cuerpo femenino, banalizando las agresiones, objetualizando a la mujer, perpetuando roles de género... Tiene que haber un cambio social y la cultura es un factor clave para ello.
Otro tema muy importante del que habla es la sororidad. Fundamental en el feminismo. El patriarcado nos ha enfrentado, nos ha dicho que tenemos que ser enemigas, que no hagamos piña (porque juntas somos más fuertes y eso no les interesa). A través de la cultura y la sociedad se han mantenido vivos mitos como que somos unas envidiosas, que siempre nos criticamos, que no podemos trabajar juntas, se nos ha enfrentado. La sororidad habla de ir de la mano, luchar juntas, ser hermanas, dejar de juzgarnos. Tenemos que luchar por la igualdad y solo lo conseguiremos estando unidas, hermanadas. Y es que el androcentrismo ha moldeado nuestra figura a su antojo. Ya es hora de deconstruirnos y definirnos por nosotras mismas.
Históricamente la figura de la mujer ha sido relegada de la historia, y con datos contrastables Dolera lo pone de manifiesto. Además, hace una recopilación de citas de personajes famosos (filósofos, científicos, psicólogos, escritores...) que han dicho verdaderas barbaridades sobre la mujer. Relegándola a un papel inferior, lejos de la cultura y el conocimiento.
No podemos olvidarnos hablar sobre la cultura de la violación. En esta se trivializa el acoso, se culpa a la víctima, pone el foco en ellas o en como actuaron cuando fueron agredidas y posteriormente. Básicamente se pone en duda su credibilidad. La vergüenza tiene que ser para quien agrede. Basta de culpar a las víctimas, de ponerlas en entredicho. Basta de educarnos en el miedo a ir solas por la calle, a tener cuidado con como vestimos, a tener miedo a ser agredidas. Y a esto añádele otros miedos que nos inculcan durante toda nuestra vida como el de envejecer, no tener hijos o a no cumplir el canon de belleza. La conclusión es que vivimos sometidas a reglas estúpidas que nos ha impuesto el patriarcado y que ya es hora de ponerles fin.
En conclusión, podemos decir que Morder la manzana es un libro muy completo. Una lectura feminista muy necesaria. Te nutre, te aporta, hace que te pongas las gafas del feminismo. Sobre todo pone el foco en toda la presión que tenemos solo por ser mujeres. Todo lo que se espera de nosotras, de nuestra forma de comportarnos, estereotipos que no hacen más que dañarnos. Además arroja luz sobre el machismo que tenemos que aguantar a diario y los micromachismos tan arraigados a la sociedad que a veces pasan desapercibidos. Ante estos básicamente tenemos que deconstruirnos para poder detectarlos.
Un libro tan necesario para mujeres como para hombres. Porque es necesario que vosotros también os informéis y luchéis con nosotras. Apoyándonos y estando de nuestro lado. Es decir: contra el patriarcado.
Hemos tenido que vivir relegadas a un segundo plano históricamente. Pues hasta aquí hemos llegado. El feminismo está en auge y esto solo es el principio de nuestra revolución. Porque la revolución será feminista o no será. Gracias Leticia.
Morder la manzana habla de feminismo y la multitud de temas que están relacionados con él; micromachismos, mitos que rodean a la mujer y al amor, estereotipos, roles sociales establecidos como por ejemplo el hecho de que los hombres no puedan expresar sus sentimientos o las mujeres hipersensibles. En una clase de historia feminista hace un repaso por sus tres olas y el estado y la evolución en España.
Dolera hace también un repaso por términos interesantes como patriarcado, androcentrismo, sororidad... totalmente necesarios para hablar con propiedad y que, como dice la autora, quedan muy bien en debates.
Con un lenguaje ameno, ligero, sencillo y divertido. Un estilo fresco y desenfadado y que apela directamente al lector Leticia Dolera ha creado una obra muy interesante y necesaria. Rápida de leer, con artículos no muy extensos y que se entiende perfectamente.
Por otro lado nos acerca a episodios de su vida en los que ha tenido que soportar machismos, acoso... tanto en su vida personal como en la profesional. Muestra de forma clara cómo las mujeres hemos tenido que aguantar al menos una vez en nuestra vida actos que de ninguna manera son aceptables; como por ejemplo, en su caso, directores y compañeros sobones o problemas con su edad. Porque seamos sinceros, hay mucho machismo en la industria del cine. Cuantos más años tienen las mujeres menos papeles o líneas de diálogo les dan.
El punto de vista cultural que ofrece la actriz y directora es muy interesante. Y es que la cultura nos influye, forma nuestra manera de ser. Por eso debe estar basada en la igualdad. El cine debe mostrar más protagonistas femeninas en roles de liderazgo. Porque en España tenemos igualdad social y legal pero debemos cambiar el ideal cultural. No sirve de nada que seamos iguales legalmente si se sigue sexualizando el cuerpo femenino, banalizando las agresiones, objetualizando a la mujer, perpetuando roles de género... Tiene que haber un cambio social y la cultura es un factor clave para ello.
Otro tema muy importante del que habla es la sororidad. Fundamental en el feminismo. El patriarcado nos ha enfrentado, nos ha dicho que tenemos que ser enemigas, que no hagamos piña (porque juntas somos más fuertes y eso no les interesa). A través de la cultura y la sociedad se han mantenido vivos mitos como que somos unas envidiosas, que siempre nos criticamos, que no podemos trabajar juntas, se nos ha enfrentado. La sororidad habla de ir de la mano, luchar juntas, ser hermanas, dejar de juzgarnos. Tenemos que luchar por la igualdad y solo lo conseguiremos estando unidas, hermanadas. Y es que el androcentrismo ha moldeado nuestra figura a su antojo. Ya es hora de deconstruirnos y definirnos por nosotras mismas.
Históricamente la figura de la mujer ha sido relegada de la historia, y con datos contrastables Dolera lo pone de manifiesto. Además, hace una recopilación de citas de personajes famosos (filósofos, científicos, psicólogos, escritores...) que han dicho verdaderas barbaridades sobre la mujer. Relegándola a un papel inferior, lejos de la cultura y el conocimiento.
No podemos olvidarnos hablar sobre la cultura de la violación. En esta se trivializa el acoso, se culpa a la víctima, pone el foco en ellas o en como actuaron cuando fueron agredidas y posteriormente. Básicamente se pone en duda su credibilidad. La vergüenza tiene que ser para quien agrede. Basta de culpar a las víctimas, de ponerlas en entredicho. Basta de educarnos en el miedo a ir solas por la calle, a tener cuidado con como vestimos, a tener miedo a ser agredidas. Y a esto añádele otros miedos que nos inculcan durante toda nuestra vida como el de envejecer, no tener hijos o a no cumplir el canon de belleza. La conclusión es que vivimos sometidas a reglas estúpidas que nos ha impuesto el patriarcado y que ya es hora de ponerles fin.
En conclusión, podemos decir que Morder la manzana es un libro muy completo. Una lectura feminista muy necesaria. Te nutre, te aporta, hace que te pongas las gafas del feminismo. Sobre todo pone el foco en toda la presión que tenemos solo por ser mujeres. Todo lo que se espera de nosotras, de nuestra forma de comportarnos, estereotipos que no hacen más que dañarnos. Además arroja luz sobre el machismo que tenemos que aguantar a diario y los micromachismos tan arraigados a la sociedad que a veces pasan desapercibidos. Ante estos básicamente tenemos que deconstruirnos para poder detectarlos.
Un libro tan necesario para mujeres como para hombres. Porque es necesario que vosotros también os informéis y luchéis con nosotras. Apoyándonos y estando de nuestro lado. Es decir: contra el patriarcado.
Hemos tenido que vivir relegadas a un segundo plano históricamente. Pues hasta aquí hemos llegado. El feminismo está en auge y esto solo es el principio de nuestra revolución. Porque la revolución será feminista o no será. Gracias Leticia.
¡Buenas!
ResponderEliminarEn general he leído bastante críticas de este libro, pero no lo conozco de primera mano.
Me picaba la curiosidad, aunque debo confesar que el revuelo con la actriz embarazada me chirrió un poco y me hizo replantearme ciertas cuestiones. Por el momento, al menos, no es un libro que me apetezca (Sobre todo porque quiero invertir mi tiempo en historias que realmente me evadan de la triste realidad; no por ello quiere decir que uno no se informe de lo que hay... pero la lectura debe ser un hobby).
Me alegra que lo disfrutases.
Un beso.