sábado, 29 de noviembre de 2014

'El despertar de la señorita Prim', Natalia Sanmartin Fenollera

Género: Narrativa costumbrista

Editorial: Planeta

Número de páginas: 352

Año de publicación: 2013

Calificación: ★★★★ (de 5)






¡Hola! Hoy os traigo una entrada sobre el último libro que me he leído: El despertar de la Señorita Prim. Primero de todo tengo que decir que es totalmente diferente a cualquier novela que ha pasado por mis manos hasta ahora y que me ha encantado. 

Se podría decir que es un libro costumbrista, ya que muestra la forma de vivir de un peculiar pueblo ficticio de Rusia, San Ireneo de Arnois. Y por peculiar entendemos que viven alejados de las influencias del mundo moderno. En ningún momento de la novela leeremos la palabra Iphone, WhatsApp u ordenador. No, precisamente los habitantes de San Ireneo de Arnois huyen de esto (de hecho hay momentos en los que parece que estés leyendo una historia ambientada en un tiempo remoto, antes de la existencia de Internet. La prehistoria, vamos.).

La protagonista de esta historia es Prudencia Prim, una chica que acude a este ‘refugio anti-tecnología’ atraída por una oferta de trabajo como bibliotecaria en la casa de un hombre apasionado por la literatura, la filosofía y la religiosidad.

En esta novela encontramos una gran cantidad de referencias a autores de la Grecia clásica como por ejemplo Ovidio o Virgilio y a grandes autores más o menos contemporáneos como podría ser Jane Austen. Es por eso que es muy enriquecedora culturalmente, incluso aparece alguna cita en griego o en latín (traducidas a continuación, no os asustéis).

En el transcurso de la historia la señorita Prim poco a poco va descubriendo que San Ireneo de Arnois es un lugar muy especial. La periodista Natalia Sanmartin Fenollera, en su primera novela, describe con una gran minuciosidad y plasticidad a sus habitantes, sus costumbres y su diferente manera de vivir y, en general, de entender el mundo. Es por eso que te atrapa y te hace querer saber más, porque las imágenes que produce en tu mente son tan nítidas que llegas a sentir la fría nieve calándose por tus zapatos tal y como le ocurre a la protagonista en varias ocasiones.

Hay que hacer una mención especial a las discusiones que mantienen Prudencia Prim y su jefe (que en ningún momento sabemos su nombre) porque son verdaderamente asombrosas, se contraponen dos maneras de ver el mundo totalmente diferentes. Él lo ve desde un punto de vista filosófico-religioso y ella, todo lo contrario, es atea y mucho más pragmática o, como le reprocha su jefe un “producto del mundo moderno”.

Respecto a los personajes, sin duda los que me han dejado más sorprendida son los sobrinos de ‘el hombre del sofá’ (tal y como llama a su jefe la señorita Prim), unos pequeños cerebritos que de niños tienen más bien poco porque se han criado entre la Eneida y otras obras clásicas.

En pocas palabras en esta novela se presenta un San Ireneo con mucho encanto y acogedor en el que sus habitantes viven alejados de las prisas, del estrés y de todas aquellas influencias del mundo moderno. Una utopía en la que a muchos nos encantaría perdernos.


S.

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